sábado, 22 de mayo de 2010

HESÍODO

La mayoría de los datos que nos han llegado sobre la vida de Hesíodo nos los
proporciona él mismo en los prolegómenos de sus obras, la Teogonía y Los trabajos
y los días. Nos cuenta que nació en Ascra, un pueblecito en la región de Beocia, y
que su padre era un comerciante natural de Cima, en Eolia (Asia Menor). Este
origen asiático del poeta se pone de relieve en algunos aspectos de su creación
literaria, como veremos en el siguiente apartado. Hesíodo se nos presenta como un
campesino, un pastor de cabras que apacentaba su rebaño en las proximidades del
monte Helicón cuando se le aparecieron las musas para incitarlo a dedicarse a la
poesía. La figura literaria del poeta como mero cauce por el que fluye la inspiración
divina se convertiría para los escritores posteriores en un tópico frecuente,
indicador del origen sobrenatural de la poesía. En los Erga habla de su hermano
Perses, con quien lo enemistaba una disputa por la herencia paterna. Perses gana
el juicio, según el autor injustamente, debido a que fue favorecido por los “reyes
devoradores de regalos”, como los llama Hesíodo. Sabemos también que al menos
en una ocasión, viajó a la isla de Eubea para asistir al certamen que se convocó con
motivo de los juegos funerarios por el rey Anfidamante, donde tuvo ocasión de
competir con el propio Homero y según cuenta el relato, consiguió derrotarle.
Estos datos nos dan unas indicaciones generales sobre el carácter de nuestro autor,
un griego de Asia familiarizado con las labores del campo por experiencia propia y
con la navegación por la profesión de su padre; aislado en un ámbito rural y
enemistado con los terratenientes cuando la conducta de éstos se muestra injusta.
Hesíodo es además un rapsoda que conoció a Homero, o por lo menos tuvo
contacto con la tradición homérica, aunque no parece probable que llevase a cabo
su oficio a la manera itinerante, sino más bien como poeta sedentario. Tampoco
puede afirmarse con seguridad que pusiera por escrito su obra él mismo y algunos
estudiosos han apuntado a la posibilidad de que muchos fragmentos fueran
espurios, e incluso se ha afirmado que sus poemas fueron redactados por rapsodas
posteriores.
ESTILO
Hesíodo es el cantor del trabajo y de los orígenes del mundo. Además de los Erga y
la Teogonía existen dos obras cuya autoría se le atribuye sin demasiada seguridad,
el Escudo de Heracles y el Catálogo de mujeres. Encontramos algunos puntos en
común con la forma de escribir homérica, son también hexámetros dactílicos
escritos en dialecto jónico y emplea expresiones propias del lenguaje épico
convencional, fórmulas y vocabulario que indican su origen oral, aunque ahí acaban
las similitudes. Las frases de Hesíodo son breves, rígidas y formales, rasgos todos
ellos que contribuyen a darle a su poesía un carácter arcaico. Además el desarrollo
es más asociativo que lógico, proliferan las digresiones y repeticiones sin un hilo
conductor claro. Otro punto que lo separa del narrador de la Ilíada es la frecuencia
con que habla de sí mismo, relatando sus experiencias personales como parte del
discurso poético, reclamando su individualidad como autor. Debido a su experiencia
en la vida campesina ofrece una visión del mundo nada idealizada, es consciente de
que la vida es esfuerzo y trabajos continuos y por ello ofrece consejos prácticos
para el hombre de campo y además una explicación sobre por qué es tan dura la
existencia.
Los Trabajos y los días o Erga son un manual que incluye información útil para el
cultivo de la tierra, la cría de ganado, el paso de las estaciones, la navegación por
mar... El mito de Pandora explica por qué los hombres están obligados a sufrir
sacrificios: una venganza divina desatada por la curiosidad de la mujer, que abre la
caja prohibida dejando escapar todos los sufrimientos humanos encerrados en ella.
Pero el trabajo según Hesíodo no es sólo un castigo, es el máximo valor para el
hombre común, semejante en nobleza a la areté de los héroes antiguos, pues quien
trabaja con la dedicación y los conocimientos necesarios puede alcanzar la felicidad.
En este libro se nos habla de dos tipos de ambición, una buena y otra mala. La
mala, que se ha apoderado de su hermano Perses, lleva a la intriga, genera
discordia y ociosidad, y la buena lleva al campesino a ser próspero, incitándole a
perseverar. También contrapone la Justicia (díke) con el exceso de pasiones
nefastas (hybris), que debe ser evitado a toda costa.
La Teogonía es una de las primeras cosmogonías de la mitología griega que se
conservan, cuenta la historia del linaje de los dioses, desde el caos inicial hasta
Júpiter y los dioses olímpicos. Se han encontrado numerosas similitudes entre los
relatos hesiódicos y las mitologías hititas y babilónicas, por ejemplo la figura del
dios que mata a su propio padre para sucederle en el trono y a su vez hace los
propio con sus hijos para evitar ser destronado. Sin embargo, a diferencia de estos
mitos, el desarrollo de la Teogonía tiene un fin definido, Zeus es el objetivo al que
se dirigen los asesinatos de Urano y Cronos, y no será sustituido por ninguno de
sus hijos, ya que ha impuesto una ley cósmica, es decir, racional, en el Olimpo.
Zeus es quien trae el orden a las moradas divinas. El mito de las cuatro edades
contribuye a esta idea de sucesión cíclica: en el principio hubo una edad de oro,
luego vino la de plata, bronce y hierro, cada una de ellas peor que la anterior. La
imagen de un pasado mejor y de la degeneración de la sociedad actual ha sido y es
una constante en el pensamiento de todas las épocas, siendo plasmado a menudo
por los poetas.
OBRAS
Erga (Los trabajos y los días)
Teogonía
El escudo de Heracles (?)
Catálogo de mujeres (?)

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